sábado

8.Las perdidas duelen.

-Cariño...
-Dime amor.
-¿Has...has hablado con él..?
-Sí...
-¿Qué...qué te ha dicho?
-Me ha dicho que no te lo cuente..
-Pero me lo vas a contar verdad...
-Bueno...me ha..me ha dicho que tiene cáncer o algo así...pero no entiendo nada...
-Pero...se pondrá bien..¿verdad?
-Eso espero cariño, eso espero...

Llegó un momento en el cual, nos tuvimos que acostumbrar a estar solos todo el tiempo. Sin tener a nadie que nos resolviera las dudas. Siempre solos. Siempre dos. Nunca más cuatro. Hasta que se rompió su silencio.

-Princesa, creo que ha vuelto.
-¿Cómo lo sabes?
-Pablo me habla raro...
-Bueno pues..¿quieres que le hable?
-Por favor...

-Hola :3
-¿Qué quieres,puta?
-Joder, y yo que pensaba que te habías muerto ya...
-Ya quisieras.
-Eso mismo digo yo.
-Disfrutas con él,¿eh? Pues dentro de poco lo voy a ver.
-No se como.
-Cuando vaya a trabajar.
-Sigue soñando bonica, sigue soñando.
-Eso hago ;)

Siempre fue una cobarde. Nunca tuvo el valor de decir las cosas a la cara, solamente lo sabía hacer a través de una  pantalla y, cuando finalmente la veías, nunca estaba sola y siempre estaba dispuesta a salir corriendo.

-Grandullón estoy preocupada...¿seguro que va todo bien?Cuando tengas un rato háblame o lo que sea, te quiero.

Tuve que romper mi silencio y mis promesas. Realmente él me importaba. Mucho además. Hay gente que entra dentro de ti y permanece con el tiempo.

-¡ENANA!
-¿Estás vivo?
-Sí...en realidad me he puesto para despedirme.
-¿Cómo que para despedirte?
-Sí, me han dicho que voy a morirme, que probablemente no tenga solución.
-¿Morirte de que?¿De lo del riñón?
-Es más difícil de lo que parece... me han dicho cáncer, pero en realidad es que el riñón no me funcionaba del todo  bien y ha filtrado sangre sin depurar por el cuerpo y  en cuanto eso llegue al corazón...pues uno menos.
-¿Y eso no se arregla..?
-No, bueno, me han dicho que si me conectan a una máquina y me quitan sangre y me meten otra diferente quizás si, pero es complicado.
-Bueno, lo vas a intentar, ¿no?
-Sí, me lo ponen mañana y eso, pero quería despedirme de ti por si acaso...
-No me gustan las despedidas.
-Ya, a mi tampoco... pero no se puede hacer nada a parte de eso...
-¿Ella está contigo?
-No...¿sabes quién está?
-La chica esa que conociste,¿no?Cómo se llamaba... ¿Rocío o algo así?
-Sí, Rocío, viene a verme de vez en cuando y creas que no eso me anima.
-Me alegro la verdad.
-No quiero que le digas a él que me voy a morir vale...
-Intentaré no hacerlo.
-Debo irme, olvidarme y estar bien por favor y que no se te olvide nunca que TE QUIERO.
-Lo mismo te digo grandullón, lo mismo te digo.

A lo largo de tu vida, te vas dando cuenta de que hay gente que merece la pena y otra que sólo quiere utilizarte. Gente que merece la pena habrá poca, poquísima, te sobrarán dedos para contarla. Y gente que se aproveche de ti, que vaya de amiga y te dé la puñalada trapera hay muchas, necesitarías más dedos de los que tienes para poder contarlas. Aprendí a que la gente que merece la pena a veces también desaparece de tu vida. Y su perdida deja un hueco. Un gran hueco. Y es entonces cuando sabes que jamás nadie lo va a poder llenar y se queda ahí, vacío, en una parte de ti que cada día desconoces más. Intentas suplantarlo, poner a alguien que encaje allí como encajó él, pero sabes que no va a funcionar y, que por mucho tiempo que pase, siempre esperarás a que regrese a tu vida y que si lo hace, no se vuelva a esfumar nunca más. Es ley de vida.

-Cariño, he hablado con él.
-¿Está bien?¿Qué te ha dicho?
-Pronto volverá a casa, le van a curar.
-Eso espero...¿ha preguntado por mi?
-Sí, me ha dicho que te dijera que te quiere mucho.
-Yo también le quiero a él, muchísimo...

Sé que no se lo he dicho todo y que le he mentido. Pero lo hice por su bien. Solamente quería que no se preocupara porque en realidad, él iba a volver dentro de poco.

lunes

7.Cuadrado perfecto.

Las cosas iban mejorando. Nada ni nadie se interponía en nuestro camino. Y entonces fue cuando empezamos a ser una unidad. Los cuatro. Unidos, imbatibles. Pero las cosas cambian y los malos tiempos siempre vuelven. Primero se fue ella. No por que quisiera, simplemente fue por obligación. Habían pasado dos semanas desde que había huido y era la hora de que volviera. Sin en cambio, el grandullón se quedó con nosotros. Seguíamos siendo cuatro. Siempre hemos sido cuatro por que, cuando alguno de nosotros se iba físicamente, seguíamos teniendo noticias suyas. Quizás no a diario, pero sabíamos que estaba bien. Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de como iban las cosas. Me importaban muchísimo los tres, pero empezó a ser una guerra de supervivencia, para ver quien era el más fuerte de todos y ganaba la batalla que se iba a disputar.

-Nena.
-Dime cosas.
-Queremos prepararle un viaje sorpresa a tu novio por su cumpleaños, ¿te apuntas?
-No es por discutir eh... pero estamos en septiembre y su cumpleaños fue en junio...
-Te acabo de decir que es sorpresa, tenemos que hacerlo ahora para que no se lo espere.
-¿A dónde vais a ir?
-No sé, estábamos mirado de ir por Holanda.
-¿Tan lejos?
-Sí, hasta allí.
-Bueno pues, pasarlo bien.
-Eso espero, que lo pasemos bien.

Cada vez empezamos a hablar menos, pero había confianza entre nosotras y eso mantenía viva nuestra amistad. Con saber que estaba bien me sobraba, porque al fin y al cabo estaba con el enemigo. Pasaron un par de semanas antes de otro de sus ataques. Realmente siempre estaba atacando. Siempre encontraba la forma de hacer que discutiéramos entre nosotros, a un que fuera una gilipollez. Y sobretodo, nos mantenía en vilo. El no saber cuando va a atacar te deja preocupado.

-Cariño, hoy vamos a ir a un bosque a pegarle a los árboles.
-¿A los árboles? Pobrecitos...
-Forma parte del entrenamiento, debemos hacerlo.
-Bueno, está bien, pero llevar cuidado.
-Lo llevaremos princesa, te quiero.

Y así fue como comenzó el siguiente ataque. No fue mucho más fuerte que los normales pero sin duda fue uno de los más imprevistos. Estaban los dos allí, en pleno entrenamiento cuando aparecieron un grupo de unos treinta hombres dispuestos a partir piernas. Como de costumbre, estaba capitaneado por ella. Empezaron a pegarse y, como en las películas, los buenos vencen a los malos. Tendemos a dejarnos llevar por el físico de las personas. Nos pasa a todos. Constantemente. Pero con estas cosas te das cuenta de que los estereotipos no sirven de nada. No sirven de nada porque muchos de esos chicos eran fuertes si, pero ninguno de ellos sabía pelear y por ello caían los primeros. Ella, cuando se vio sola y que era la siguiente en caer, decidió irse corriendo. Cómo lo cobarde que era. Yo no la había visto jamás y a día de hoy sólo la he visto una vez. La vi de lejos, porque para variar, si está sola huye de los demás. Cuando tiene el apoyo de gente se hace la valiente, cuando no, es la primera que sale corriendo. Les pedí una descripción física suya, por si en algún momento me podía atacar a mi. La descripción que me dan siempre cada vez que pregunto por ella es: "Medirá 1,60 por lo que es más bajita que tú. Podría decir que esta regordeta, pero mentiría, esta gorda a más no poder. Siempre lleva el pelo con flequillo. Te diría el color del pelo pero cada vez lo lleva de un color, por ejemplo hoy lo llevaba rubio pollo. No se sabe con exactitud cada cuanto tiempo se lo tinta pero tampoco me interesa. Y hasta aquí puedo leer". No es una descripción muy detallada ni tampoco necesitaba que lo fuera. Con eso me sobró para diferenciarla del resto.

-Hola enana.
-¿Cómo estás grandullón?
-Tenía que hablar contigo...
-¿Ha pasado algo?
-No pero... me voy.
-¿Cómo que te vas?
-Sí, me voy.
-¿A dónde vas a ir?
-A Barcelona.
-¿Para que?¿Te ha pasado algo?
-No te preocupes,¿vale? Estoy bien además, voy a ir con Carlos.
-Que me digas eso no me alivia...
-Necesitaba contártelo, porque me voy ya mismo.
-¿Pero por qué?
-Estoy perdiendo movilidad en la pierna que me operaron y apenas la puedo mover.
-¿Y para eso te tienes que ir tan lejos?
-No hay otra solución...
-¿Por qué no me lo has dicho antes?
-No quería preocuparte...escucha...a él no le voy a decir porque me he ido, y tampoco quiero que se lo digas tú, dile únicamente que me he ido con Carlos y ya esta.
-¿Por qué tanto secretismo?
-No quiero que os preocupéis, ni que os pase nada...
-Grandullón... dime a mi la verdad quieres...
-Carlos cree que tengo cáncer de riñón, justo en el que me operaron y..quiere que vaya a Barcelona.
-Pero no es posible..
-No le digas nada, me tengo que ir ya, por favor... olvidarme.
-No quiero, me niego a olvidarte.
-Hacerlo quieres...me voy, te quiero.

Y así fue como empezó a desmoronarse el cuadrado. Yo dejé de hablar con ella. Principalmente porque sabía de sobra que hablaba con Z... empecé a preocuparme más por el grandullón. Moví cielo y tierra para poder estar en contacto con él, porque me leyera o lo que fuera...Pero las cosas solamente iban a empeorar más. Muchísimo más.

martes

6.Su pequeña gran historia.

Esto es algo complejo, pero aquí absolutamente todos tenemos una historia dentro de otra, pero sin duda, la más sorprendente es la suya. Si me lo permitís, os la voy a contar, para poder así encauzar la historia. Todo lo que os voy a contar son suposiciones, nadie sabe realmente la verdad.

-Ha vuelto.
-¿Él sólo?
-Sí, o eso creo.
-¿Cómo que crees?
-Ella ha tocado al timbre.
-¿Y qué ha pasado?
-Pues... no lo sé, no ha subido aún.
-¿Quién?
-Ninguno de los dos.
-Cariño...esto es todo muy raro...no hace ni dos semanas que se divorciaron y ya estamos otra vez igual...
-Lo sé princesa, pero no te preocupes, se acabará pronto.
-Eso espero...
-Voy a ir a mirar, porque creo que están en la escalera.
-Lleva mucho cuidado...
-Lo intento llevar siempre.

Pasó lo que para mi fue una eternidad, hasta que por fin volvió. A veces me pregunto como puedo recordar tanto todo aquello, todas aquellas conversaciones y todas las palabras que me dijeron. Por raro que parezca, las recuerdo todas. Cada punto, como y espacio han puesto el rumbo de mi vida y por eso no las consigo olvidar.

-Princesa, me han echado.
-¿Qué estaban haciendo?
-Hablar, están en el descansillo del sexto, que cómo allí no vive nadie se puede hablar tranquilamente.
-Bueno, vale, mañana me cuentas, que me voy  a dormir, te quiero.

Le dije que me iba a dormir por decir algo. Esa noche fue la primera de muchas en las que no conseguí alcanzar el sueño y me quedaba desvelada, pensando en futuros que pasarán, las cosas cada vez eran más ilógicas y cuando creías que podían haber terminado, aparecía otra cosa que te hacía pensar que nunca acabarían.

-Mi vida, quiere hablar contigo.
-¿Él?
-No, ella.
-Pero yo no... yo no quiero...
-Lo sé, pero inténtalo, me esta hasta suplicando...
-Bueno... vale.
-Se pone ya, te quiero.
-Hola.
-¿Qué quieres?
-Que me creas en todo lo que te voy a contar ahora.
-Primero cuéntamelo y después ya veremos.
-Lo veo justo, ¿por dónde quieres que empiece?
-Por el principio.
-¿Desde que la conocí?
-Mismamente.
-Mis padres eran muy amigos de sus padres, muchísimo antes de que ella o yo hubiéramos nacido. Eran inseparables, hasta que su madre murió. Entonces achacaron la culpa de todo eso a mi familia, y empezaron una enemistad. Yo era muy pequeña y era muy amiga suya, hasta cuando ellos estaban peleados estábamos juntas. Pero ella realmente cree cosas que no son. Piensa que su madre es la que murió, cuando en realidad está viva y se dedica a tratarla mal. De pequeña le dijeron que era la fallecida para que así el vinculo se mantuviera entre la otra familia y la de su padre.
-¿Y eso ella lo sabe?
-No, para nada, yo creo que ni se lo imagina. Es gracioso porque todos los de al rededor lo saben menos ella. Bueno, a lo que iba. Un día íbamos paseando por la playa con sus padres cuando nos encontramos con los dos. A ella le gustó él de inmediato.Yo decidí decantarme por el otro. Empezaron a hablar y a hablar, pero ella nunca le decía nada. Hasta que un día, él empezó a sentir lo mismo, y se lo dijo. En ese mismo instante empezaron una relación. Pero las cosas se complicaron cuando apareciste tú. Él sólo le hablaba de ti. Eras la única persona de la que hablaba, constantemente, en todo momento. Y eso a ella le molestaba. Cuando cortó con ella no se lo esperaba ni lo más mínimo. Y todo aquello le sentó muy mal. Pero no me extraña. Es un chico maravilloso. ¿Me crees en todo lo que te cuento?
-Me cuesta, pero lo estoy intentado.
-Lleva mucho cuidado, la moto azul que hay cerca de tu casa es de su primo.
-Lo llevaré.
-Te tengo que confesar algo más.
-Bueno, dime.
-Realmente te he contado todo eso para que me creas en lo que te voy a decir ahora, para que tuvieras confianza en mi, aunque sólo fuera un poco.
-Vale, cuéntame.
-A mi también me gusta él.
-Te gusta...¿mi novio?
-Sí, ¿y a quién no le gusta? Desde que me enteré de que habían terminado lo intenté todo para conseguirlo, pero yo nunca lo he conseguido. Siempre ha sentido atracción por ti y se ha olvidado de todos los demás, daba igual todo lo que hiciera, él siempre estaba por ti.
-Entonces tú también me quieres matar ahora o lo que sea, ¿no?
-No, contigo es feliz. Se de sobra que no lo sería conmigo.
-Y si te gustaba él, ¿cómo es que estabas con el otro?
-Se parecen. Aunque no sea físicamente, como persona son parecidos. Nunca habrá ninguno como el tuyo, te lo aseguro, pero tienen cosas parecidas. Y por eso estaba con él.
-Oye, ¿me explicas tú eso de que tienes un hijo y que le pusiste los cuernos cuando estaba en el hospital y todo ese rollo, o lo tengo que preguntar por ahí?
-Yo no le puse los cuernos... fue todo cosa de ella... soy incapaz de hacer eso... y lo de mi hijo...¿es necesario?
-Si quieres que confíe en ti si, lo es.
-Vale... a ver...yo hace un par de años estaba con otro hombre, ¿vale? Y... bueno pues tuvimos un hijo, esa es la historia, no tiene más.
-¿Y dónde está él ahora?
-En Madrid, con su padre, pero no quiere estar con él.
-Pero..¿cuantos años tienes?
-Dieciocho...
-¿Y tuviste al niño con...?
-Dieciséis.
-Vaya...que joven...
-Sí..no me gusta hablar de esto...
-No te preocupes, no lo hablamos más.
-Me tengo que ir, hay cosas que solucionar, hablaremos mañana seguramente.
-Ah, ¿qué ahora también voy hablar contigo?
-Por supuesto, tendré que conocer a la chica que le ha robado el corazón al hombre perfecto, ¿no crees?
-Bueno..como quieras.
-Lleva mucho cuidado.
-Quizás cuando lo lleves tú.

Y esa fue la primera conversación que tuve con ella. Creo que fue muy sincera. O quizás no. Muchas de las cosas que me contó quedan entredicho. Nunca entenderé que quería de mi. Ni a día de hoy lo consigo entender.

lunes

5.Quédate conmigo.

-Creo que por primera vez en toda mi vida tengo miedo.
-¿Porqué dices eso cariño?No dejaré que te haga daño.Jamás.Ni ella ni nadie.-me abrazó todo lo fuerte que pudo.Podía oír su respiración y los latidos de su corazón, pero aquello no me daba calma. Él estaba casi peor que yo.
-Tengo claro que las cosas no van a volver a ser como antes..
-Lo sé, todo esto ha cambiado el rumbo de las cosas.
-Y si...¿y si terminamos con todo esto?
-Terminar, ¿cómo?
-Ella te quiere a ti y si te tiene nos dejará...
-Nunca. Eso es lo que ella quiere. No pienso dejarte a ti para satisfacerla a ella.
-Vale..
-Prefiero aguantar esto mil años a dejarte, mi princesa.

Nos fundimos en un beso. Así era como arreglábamos siempre las cosas. Con un beso. El beso más potente y apasionado que vas a poder ver nunca. Odiaba discutir con él, pero nuestras reconciliaciones eran...las mejores. Después de cada pelea le quería aun más. Sabía de sobra que era capaz de mover una montaña entera con tal de poder verme, de poder volver y decirme que me quería, que lo sentía mucho y que nunca jamás se iba a soltar de mi mano.

-Phut, ¿podemos hablar?
-Mmmh si dime.
-¿Pero puedes?
-¿Es largo?
-Pues...un poco...
-Bueno,dime.
-Te acuerdas que te hablé de la chica esta que nos molesta...¿verdad?
-Si osea sólo me dijiste eso, ¿porque?
-Pf... por que hay mucho más.


Decidí contárselo todo a ella. Era mi confesora, la que todo lo sabía. La que se lo tragaba todo, pues ella es. La que me soporta cuando me pongo tonta, pues ella. Y se lo dije todo. Desde el primer minuto hasta el último. Sus únicas respuestas eran "sí,ajam" pero me servían igual. Sólo necesitaba que alguien me leyera, que supiera por todo lo que estaba pasando sin preguntarme porque y cuando. Simplemente que me creyera  y que no buscara una justificación a que todo aquello estuviera pasando.


-¿Qué vais hacer?
-No lo sé,te juro que no lo sé...


-¿Enana?
-¡Pero a ti no te acababan de operar o no se que!¿Estas ya bien?
-Sí bueno, estoy en nuestra casa de Barcelona.
-Ah, ¿que tenéis una casa?
-Sí. Ella se ha ido.
-¿A dónde?
-No lo sé, sólo sé que se ha ido.
-¿Y qué piensas?
-Que no es una buena aliada, no se lo digas a él, ¿vale? Nos vamos a divorciar.
-¿Porqué?
-Me ha puesto los cuernos mientras yo estaba en el hospital y sólo ha estado conmigo cuando ella creía, no en todo momento.
-¿Y ahora a dónde vas a ir?
-He encontrado a otra.
-¿TAN RÁPIDO?
-Sí.. bueno.. es maja, físicamente me gusta y si que ha estado aquí cuando la he necesitado.
-¿Y DE QUE COÑO LA CONOCES?¿TU NO VES QUE ESO ES NORMAL?
-No me eches la bronca, ¿quieres? Ha surgido así y punto.
-¿Vas a volver?
-En cuanto pueda.


-Cariño, me ha dicho que no te lo diga, pero dice que se han divorciado.
-Lo sé, le he llamado yo para decirle que lo haga.
-¿Porqué?
-Me ha llamado su hijo diciéndome que mamá estaba con un hombre en la cama...que donde estaba el papá...
-Pero él no es su padre..
-Pero se cree que sí, más o menos.
-Pedazo de guarra... ya lo decía yo...
-Lo sé mi vida, empezaremos a creerte más..
-¿Has hablado con él?
-Sí, yo creo que es tonto.
-Ya, yo también, ¿te ha dicho lo de que le gusta otra?
-Cariño... cambia más de novia que de calzoncillos...
-Lo sé, pero...¿tan rápido?
-Sabes de sobra que va a lo que va, ¿verdad?
-Sí, supongo que sí.
-¿Nos vamos a dormir?
-Vale cariño.
-Descansa mucho mi princesa, te quiero.

Y esto, en resumen, es lo que ocurrió en una semana en la que no pasaron muchas cosas, pero las que pasaron me dejaron con la boca abierta.

martes

4.Las apariencias engañan.

-Se han ido.
-¿Cómo que se han ido?
-Sí, se han ido, esta mañana me he levantado y había una nota que decía: "nos vamos, lleva mucho cuidado y no te preocupes, te queremos"
-¿Sabes a dónde?
-No... pero tengo el presentimiento de que han ido a Madrid.
-¿A Madrid?¿A qué?
-A meterse en más problemas, allí vive a la que tú llamas Z.
-¿Y para qué han ido?
-Anoche estaban planeando algo, no me dejaron escuchar...
-¿Crees que va a pasar algo?
-Sí.. y no creo que sea bueno...

Pasaron dos semanas, y con ellas comenzó el verano. No teníamos noticias de ninguno de los tres, pero ambos sabíamos que las cosas iban a cambiar. Y no a bien precisamente.

-¿Dónde estás?
-¿Qué dónde estoy yo?¡Dónde estas tú, que no es lo mismo!
-Pues mira, no se porqué me acabo de despertar en un quirófano.
-No sé, esperate que me van a sedar otra vez, les digo que te pasen con la rubia y ya esta.
-Bueno...como quieras...
-¡Hola precioso!¿Cómo estas?
-¡Me quiere decir alguien que le ha pasado y porque me ha dicho eso!No puede ser que le estén operando y mucho menos que me haya podido llamar- de fondo, se podía oír su risa, era inconfundible pero...¿cómo?
-Llevan mucho rato operandolo y le han puesto menos anestesia de la que debían y se ha despertado cuando le estaban cosiendo ya, y ha empezado a gritar y ya sabes que él cuando grita...grita.
-¿De qué narices le están operando?
-Estábamos en Madrid, ¿vale? Porque hemos ido ha solucionar unas cosas con la casa que tenemos aquí y resulta que.. había una vía de tren... y en fin... le gusta acelerar..
-¿El accidente de tren que ha salido en la tele ha sido vuestro?
-Sí..y él se ha llevado la peor parte...
-¿Cómo que la peor?¿Tú estás bien?
-Sí,sí...yo estoy perfectamente, pero a él le ha reventado un riñón y se lo estaban quitando o no se qué...¿quieres que te llame cuando esté mejor?
-Me da igual... ¿estáis aún en Madrid?
-No, ahora estamos en Barcelona.
-¿Y el accidente ha sido en Madrid?
-Sí, bueno sí, pero lo han trasladado porque allí estaba el especialista o algo así..
-¿Seguro que estás bien?
-Sí, tengo que colgar, adiós.

-¿Cariño?
-Dime amor.
-Adivina con quién acabo de hablar.
-Pf... ¿dónde están?
-¿Has visto en la tele lo del accidente del tren que se ha llevado por delante un coche?
-Sí, han dicho que el conductor estaba grave... ¿porqué?
-Pues ya sabes quien es él que conducía...
-No me jodas...¿cómo sabes eso?
-Pues porque por un extraño motivo me ha llamado desde el quirofano para contármelo y luego se ha puesto ella y ya me ha dicho donde están.
-¿Pero esta ya mejor?
-Sí, lo iban a sacar en breves, no sé que va a pasar exactamente la verdad...
-No te preocupes, ¿vale? Ya verás como se pone bien.
-Eso espero...
-¿Vas a venir esta tarde a verme?
-Ni lo dudes, en un rato me tienes allí, te quiero.

Desde ese día, nuestras tardes juntos iban a cambiar por completo. Ya no podíamos tener la mente en paz. Teníamos demasiadas cosas en las que pensar y sobretodo, teníamos que saber como actuar ante ellas. No recibimos noticias suyas ese día. Ni el siguiente. Ni al otro. Ni al otro. Empezamos a hacernos a la idea de que estaría perfecto y feliz, y que por eso se había olvidado de llamarnos. Estábamos volviendo a ser lo de antes, volviendo a pensar más en nosotros que en nadie de este mundo, hasta que apareció de nuevo.

-¡Hola cariño!
-El próximo será peor;)
-¿Qué dices?
-Lo que has leído, él volverá a ser mio dentro de poco, muy muy poco;)
-Maldita... desaparece, no te echábamos de menos.
-¿Adivina con quien estoy?En efecto, estoy con ellos;)
-¿Qué narices está pasando aquí?

Después de esas palabras, mi ordenador se apagó, y con él todas las esperanzas de que todo podría a ver acabado.

lunes

3.Fin de la paz.

Transcurrieron los meses siguientes sin que nada raro ocurriera. Ambos seguían igual, felices, amándose cada día un poco más que el anterior. Hasta que volvió a la carga. Pero esta vez, de forma diferente.

-Cariño,¿a que no adivinas quién está aquí?
-Mmmh... no, ¿quién?
-La parejita feliz.
-¿Ambos?
-Sí, él quiere hablar contigo.
-Bueno pues... dile que se ponga.
-Vale, te quiero.

Al cabo de unos minutos que parecían interminables, apareció. No puedo contar con exactitud de que lo conocía pero recuerdo perfectamente, que fue hace un año. Estaba en la feria del libro, buscando ansiada un libro que me quitara telarañas de los ojos cuando, apareció él, cortándome el paso. Quería seguir adelante, pero no había forma de separarlos. Empezaron a hablar, y cuando por fin se dio cuenta de la fuerza que estaba haciendo para soltarme de su mano y poder continuar, se despidieron y cada uno fue por su lado. Y así fue como lo conocí. No tiene más demora.

-Hola.
-¿Qué quieres?
-Hablar contigo JAJAJAJAJAJA
-Aparte de eso, ¿qué quieres?
-Contarte algo que ha pasado.
- ¿A mi? ¿Por qué?
-Te han dicho alguna vez que yo estoy saliendo con una rubia imponente,¿verdad?- ciertamente ahora que lo dice si, me lo habían dicho en alguna ocasión.
-Mmmh si, ¿porqué?
-¿Tienes tiempo?Es una historia un tanto larga.
-Sí, tengo todo el tiempo del mundo.
-Resulta que, la chica que últimamente se esta encargando de molestaros, es como.. la hermana de mi novia. Han estado muy unidas siempre, porque sus padres eran muy amigos y todo ese tema. Y ella sabe porque lo hace. Quiero dejar claro que ella esta totalmente en contra de todo el mal que os está haciendo, pero habló con ella para preguntarle el porqué de todo. Le dijo que solo quería hacer daño. A ti psicologicamente y él... físicamente.
-Para el carro, ¿cómo que físicamente?
-Sí, yo tampoco lo tengo muy claro,pero es así. Lo único que quiere es hacerte daño e intentar que vuelvan a estar juntos.
-Maldita z... de mierda.
-No te preocupes, arreglaremos todo esto.
-A veces pienso que es demasiado tarde, tiene una obsesión demasiado fuerte con él.
-Lo sé, está loca, pero confía en mi, lo solucionaremos todo.


Ellos dos decidieron quedarse en casa de mi novio durante un tiempo. A día de hoy sigo sin saber porque, pero lo hicieron. Permanecieron allí un espacio de tiempo un tanto largo. No recuerdo muy bien cuantos meses fueron. Llegó un día en el que nos acostumbramos a que ellos estuvieran allí. Yo, me dedicaba a hablar con ellos dos, de ella no sabía prácticamente nada. Más bien no quería saber nada. Z se seguía metiendo y seguía amenazándonos, hasta que un día las cosas cambiaron y empezaron a ser más rádicales.

La primera vez que decidió atacarlos físicamente, ellos dos estaban trabajando. Apareció ella, con unos veinte hombres más, dispuesta a enfrentarse con quien hiciera falta. Pero daba la casualidad de que ellos eran dos. Y ellos veinte. No es un buen porcentaje a favor, más bien en contra. Tuvieron suerte. Ni los veinte ni ella contaron en que ambos trabajan dando clases de aikido. Se llevaron muchos golpes, muchísimos. Uno llegó con la espalda dolorida, por desgracia, mi chico. El otro, y como era de esperar, salió de allí riéndose. De Z lo único que sabemos es que se fue corriendo. Durante un par de meses las cosas fueron así. Ella atacaba, los demás se protegían. Pero había algo que nos mosqueaba a todos. Sabía el lugar exacto y la hora en la que tenía que estar. Misteriosamente sin que nadie supiera nada. Entonces fue cuando, empecé a sospechar de aquella rubia de la que a veces me hablaban.

sábado

2.El guiño del diablo.

El final de una gran historia tiene un gran principio, y eso es lo que os voy a contar. Permitirme que no use nombres, tan sólo iniciales.

Todo comenzó hace ya más de quinientos días cuando, por causa del destino, dos almas se juntan y deciden unirse para siempre. Y eso es lo que pasó. Se amaron. Se amaron muchísimo y a día de hoy aun lo hacen. Eran inseparables. Donde iba uno, iba el otro. Todo era demasiado perfecto. Hasta que ese día llegó. Llevaban unidos unos dos meses que parecían dos años cuando, el ser más inoportuno quiso entrar en sus vidas. Y lo consiguió. La primera de las veces que lo continuaron fue por el ordenador, mientras hablaban.

-Cariño, ¿qué te pasa?te noto... raro.
-Oh no, nada, pero tenemos que hablar seriamente.
-¿De qué?
-Creo que.. deberíamos darnos un tiempo.
-¿Por..por qué?Pensaba que estábamos bien...
-Sí, eso era antes, ahora  ya no.
-Entonces...¿hemos acabado?
-Sí.


Recibí una llamada de teléfono suya. No entendía para que me llamaba, estábamos hablando en ese momento. Igualmente, lo cogí.


-¿Cariño?
-¡Pero como tienes tanta cara de llamarme después de haberme dicho todo eso!
-De eso te quería hablar. No soy yo con el que estas hablando, sino con ella.
-¿Ella,quien es ella?
-¿Tú te acuerdas de mi ex?¿De la que te he hablado alguna vez?
-Sí...
-Pues es ella.

En ese momento supe que las cosas no iban a terminar bien, y que esta no iba a ser la primera ni la última vez que íbamos a saber de su existencia.

-¿Por que lo hace?
-Déjame que te cuente la historia de nuevo...

"Cuando empecé a salir con ella, no se comportaba así. No era tan posesiva ni tan celosa. Nunca, jamás me había tratado así. Todo iba bien. Eramos felices juntos, no te haces a la idea de cuanto. Hasta que, un día, me enteré de que tú existías. Sé que es una tontería, pero es así. Tú me cambiaste. Supiste descubrir cosas de mi que ella jamás descubriría. Llegó el verano, y deje de verte. Con él, empecé a verla a ella. Y sólo le hablaba de ti. No me venia otra cosa. No era capaz de decirle nada bonito sin que me viniera tu imagen a la cabeza y se quedará allí. Ella se cansó, y se empezó a dar cuenta de que lo que sentía hacia ti no era solamente amistad, sino algo más. Qué entre nosotros empezaba a florecer algo nuevo, diferente a todo lo anterior. Y sintió celos. Celos por ti, por todo lo que me hacías sentir. Empezamos a discutir. Rompí con ella. Sentía que mi corazón nunca le había pertenecido, que siempre había sido tuyo. Y eso fue lo que paso. A los seis meses, yo había empezado contigo, la mujer más maravillosa del mundo. Y desde entonces no te puedo sacar de mi cabeza. Ella intentaba hablar conmigo, pero las cosas ya no eran igual. Dejé de hablarle. Y empecé a darme cuenta de que no había sido tan feliz como yo creía. Las cosas eran más crudas. Ella acababa de salir de la anorexia, y empezaba a beber y consumir drogas. Sin contármelo. También me enteré de que me puso los cuernos más de una vez. Y aquello fue el colmen. Me desvinculé todo lo que pude y más de ella. Y ahora, no sé porque hace todo esto. No lo entiendo. Es como si nuestra felicidad la molestara, porque hubiera querido tener conmigo lo que yo tengo contigo."

Miré la pantalla del ordenador. Aún estaba allí.

-¿Porqué haces todo esto?
-Tú me lo has robado, ahora llega el momento de que sea tú peor pesadilla ;)

Y desapareció igual que había aparecido, pero dejando tras ella una amenaza que cumpliría con el tiempo.